Historias escondidas- MANOLALAGO
Tus palabras me hacían cosquillas.
Sonrosaban suavemente
mis mejillas y se iban colando lentamente en mi cuerpo.
Tenían el poder de producir susurros.
Yo las acariciaba primero con mi mirada.
Yo las acariciaba primero con mi mirada.
Después, cuando ya iba familiarizándome con ellas las
masticaba dulcemente, las recitaba como un mantra mientras iban deslizándose garganta
abajo.
Tus palabras tenían música.
Mojaban mis pensamientos
y erizaban mi vello como un viento fresco.
Danzaban para mí bailes prohibidos.
Yo les seguía el juego con un coqueteo de sonrisas.
Se adueñaban de mi vida y giraba con ellas en un remolino de excitación.
Tus palabras me seducían.
Me hablaban con el lenguaje secreto de las sensaciones .
Me atrapaban, me desnudaban, me desnudaban, me atrapaban.
Era entonces cuando cerraba los ojos y las hacía mías, aquí,
en mi mente.
Me cogían de la mano, me llevaban lejos.
Tus palabras estaban hechas para mi deseo.
Confeccionadas cada una con hilos rojos de pasión.
Amadas todas ellas como dos jóvenes enamorados .
Saboreadas, deletreadas, suspiradas, ansiadas…
Y yo era consciente
de ese poder.
Tus palabras!
Tus palabras!
Mariola: que bella forma de expresar el amor. Las palabras son las que nos unes y desunen, son el punte y el río. Y tu lo fuiste expresando con versos que desnudan sentimientos y emocionan al que lee.
ResponderEliminarGracias.
mariarosa
Muchas gracias Maria Rosa. Agradezco sinceramente tus palabras.
EliminarSon las que nos comunican sentimientos, las que construyen mundos nuevos; ojalá que siempre para bien.
un fuerte abrazo.
É unha marabilla cando as palabras deixan sen palabras...
ResponderEliminarBicos susurrados
E é unha ledicia para min escoitalo, ti que sempre argallas coas túas tan bos textos.
Eliminarun besiño paroleiro.
bendito y poderoso don de la palabra... ellas mueven montañas...sin duda
ResponderEliminarPaz
isaac
Si, nos dan la capacidad de poder expresarnos y las buenas palabras pueden cambiar nuestro entorno.
ResponderEliminarun abrazo de luz.
"…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como perlas de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de la tierra de las barbas, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras. "
ResponderEliminarPablo Neruda "Confieso que he vivido"
A palabra...
Gracias Zeltia por estas palabras tan maravillosas de Pablo Neruda., uno me mis mejores poetas, sin duda.
ResponderEliminarEl ha marcado una etapa fructífera en mi adolescencia. Lo leía con ímpetu, ensimismada en su Canto general, en sus Odas, en su Memorial de Isla Negra, en sus Veinte poemas de amor o en este relato de Confieso que he vivido.
Tantas cousas se poden dicir das palabras...
Graciñas Zeltia . un biquiño .
Preciosas palabras convertidas en versos, desde lo profundo del alma.
ResponderEliminarInmensamente bello Mariola.
Un cálido abrazo y buen fin de semana.
Gracias Adriana. Siempre nuestra unión con las palabras.
ResponderEliminarun beso muy grande para ti.
Que tengas un buen día.
Las palabras siempre son poderosas...en todos los sentidos, pero son así sentidas y escritas como son PALABRAS con mayúsculas. Bcos.
ResponderEliminarLas palabras sentidas son siempre mejores palabras. Las palabras como esas que poseen las historias escondidas de tu fotografía.
EliminarGracias Manola.
un besito.
As palabras sempre tiveron moito poder e máis en días especiais como ese.
ResponderEliminarUn bico
Si e adornarn os nosos sentimentos.
ResponderEliminargraciñas Raposo.
un biquiño.
Todo está ahí, en la palabra.
ResponderEliminarBico . .
En la palabra que nos une.
EliminarOtro beso para ti marcelo.
Bellas palabras de amor,ese don maravilloso de la palabra, una entrada hermosa, Mariola que tengas feliz domingo, un abrazo.J.R.
ResponderEliminarGracias Jose Ramon.
ResponderEliminarBellas -como tú dices- y apreciadas palabras que nos unen.
un fuerte abrazo.
Que pases buena semana.
Cuánto poder tienen unas palabras,no?...sobretodo cuando hay un terreno fecundo y ansioso esperando por ellas...y un momento oportuno. Los sueños hacen el resto...
ResponderEliminarUna belleza el poema y todo el blog,amiga.
Un encanto haberte leído.
Abrazo grande!