Cuadro de Leandro Lamas
Era verano, era otoño, era invierno y primavera.
Aquel mar azulado batía en las rocas suavemente mientras adornabas
con las conchas la arena fina. Hacía calor.
Reías.
Comenzaba a hacer frío. Recogías las hojas caídas de los plataneros y las lanzabas por encima de tu cabeza.
Me mirabas y reías.
Hacían su aparición los
días nevados. Tus manos abrigadas por los
guantes de lana verdes recogían la nieve para formar un muñeco que
este año adornarías con una bufanda
roja.
Construías, me mirabas y reías.
Otra estación. Los días largos y el sol que comenzaba a
calentar tu mirada.
Ibamos al parque.
Saltabas, me mirabas y reías.
Una estación que daba paso a otra.
Un año que daba paso al siguiente.
Crecías.
Ojos….
Inocencia…
Candor…
Locura...Sonrisa.
Y un día dejó en el aire la fragancia suave del almendro,
Y bajo su sombra volaban miradas perdidas en el iris de otros
ojos,
besos que se posaban suavemente en otros labios,
estrellas que se tocaban…
Y reías y la mirabas y construías un mundo sólo para ella y saltabas cuando por fin su corazón se acercaba
al tuyo…
Y reías.
Y reías.