Ilustración Becca Stadtlander
Apenas quedó un leve rastro de nuestras sospechas. Sabíamos
por instinto que el deseo contenido a lo largo del tiempo mataba la cordura, pero
nunca imaginamos que el simple roce de nuestros dedos nos devolvería a la más
cruda realidad.
Habrías sembrado la semilla. Habrías recogido los frutos
todavía verdes y me habrías dejado volar
con el único recuerdo: el de mis versos que recorrerían el más profundo abanico
de mis sensaciones dormidas.
Se o desexo se plegase á cordura...moita famiña pasaríamos!!
ResponderEliminar;-)
Bicos
Si, o desexo ten que voar libre.
ResponderEliminarGracias Chousa
Un biquiño.
Tanto podemos errar por escoitar ese instinto como por non escoitalo.
ResponderEliminarLeín varias veces o texto, da para unha boa reflexión.
Moi fermoso Mariola!!!
Bicos
Graciñas balbi.
ResponderEliminarÁs veces as emocións son difíciles de poñer sobre o papel e darlles o sentido que ti queres que leven.
un biquiño balbi.
Las emociones son sensaciones que no tienen traducción. Se sienten.
ResponderEliminarSigue emocionándonos.
Gracias por esa sensibilidad, que ayuda al ser menos dura la vida.
Muchas gracias.Un fuerte abrazo.
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