Ya huele a jazmín.
El aire va meciendo las flores hasta embriagar la habitación
de un dulzor exquisito.
Se mecen las cortinas ligeramente mientras la mirada se cuela por las rendijas de un balcón
entreabierto.
El cielo está azul.
Un pájaro dibuja círculos entre las nubes.
El sonido ligero de la brisa adormece la mente.
Y respiro…