Imagen Philippe Loudat
existe un otoño que huele a madera y frutos rojos
que contiene en unos ojos acuáticos
la llama del apetito
chispa divina en los besos que saben a mar
guiños utilizados como secretos
inundaciones de susurros entre dientes
provocación navegando en el aire cálido
vértigo de deseo
de pasión que añora los límites del orgasmo
existe un impulso ancestral
una avidez apaciguada con caricias
un ansia que recorre lentamente las caderas
existe un otoño contenido en un suspiro
en una mirada que suplica
en un delirio que comienza
E ti pintas un rostro do outono inzado de cores, aromas e texturas fantástico e dasnos outro precioso agasallo da túa creación.
ResponderEliminarBicos
Moitas grazas Balbi. As túas cores si que son fermosas!
ResponderEliminarQue bello es el otoño, como decía un escritor, las hojas no se caen se sueltan, libertad, frescura y tibieza.
ResponderEliminarTus versos son un claro exponente del sentimiento otoñal.
Un abrazo Mariola.
Muchas gracias Adriana. El otoño y sus colores...Me gusta lo de las hojas que se sueltan, todavía hay más ligereza en ellas. Un abrazo grande.
ResponderEliminarese impulso ancestral
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